Raudo el buque navega

 

Son cerca de las 10 am. Sigo contemplando la hoja de ejercicios para entender el interés simple, compuesto, tablas de amortización y otros términos que seguro para ti son pan comido. Llevo unas semanas peleándome con las fórmulas y los cálculos.

Agosto llegó como todos sus antecesores en este 2020, explosiones, incendios, caos, muerte. Esta vez le toco a Beirut, que me recordó aquella película que Jorge llevo a casa un sábado “SPY GAME”. ¿Te acuerdas? donde un espía veterano entrenaba a otro joven para reemplazarlo en alguna parte de su vida y justo salía Beirut como una de las escenas primarias de la película.

Ese caos me recuerda que llevamos ya 3 o 4 meses con el encierro y la nueva normalidad. Hace un par de semana platicaba con mi mamá que seguro estarías ya vuelto loco por no poder tomar el sol todos los días o por tener que obligarte a poner tapabocas en la calle. Nos dio muchísima risa imaginándonos pelear contigo todos estos meses y no me lo tomes a mal, no es que nos encantara estar siempre de la greña contigo, pero es que debes admitir que tus frases de enojo son monumentales y muy graciosas.

Te digo que este 2020 llegó con todo y contra todo. Nuestra amada Cruz Azul no se salvó, la grilla cada vez está más caliente. Laura Velázquez y el grupo disidente siguen haciendo de las suyas difamando y usando prensa amarillista para causar mas daño. Estoy seguro de que al Lic. le caería bien una llamada tuya para ayudar a nivelar el barco, como lo hiciste esa vez en el 95.

Hablando de Cruz Azul, el año pasado casi rompemos la racha, Roberto Dante Siboldi, después de todo un rollo, quedó al frente del equipo y le metió personalidad y garra, mano. Justo platicaba con Carlos Tovar que nos recordaba mucho al equipo de Duana, Porfirio, Hermosillo, Taboada, Ruiz, Chepo. Pero este rollo del CORONAVIRUS nos vino a cortar la temporada y nos quedamos con las ganas.

Ya quitaron de la tele el programa de enamorándonos y esos programas que por alguna extraña razón te gustaba ver y burlarte de las situaciones. Ahora pusieron ruedas de Prensa para ver como no se logra controlar la pandemia y solo resta esperar a que no nos toque.

Mi mamá ya es toda una experta en tecnología, no me lo creerías. Maneja celular, Tablet, computadora y ya da estudios por internet. Eso está de lujo porque ya no circula tanta viejita por la casa dirías tu. Cada día la veo mas repuesta, contenta y enfocada en su espiritualidad que le ayuda tanto.

Brisa, no para de crecer. Sin duda estarías muy orgulloso de ella, ya nos supero en todo. Te sorprendería ver que tan segura, empoderada y valiente se convirtió. Escribe en un buen de revistas, en medios digitales y tiene ese don como el tuyo para hacer investigación.

El banquero regreso a lo suyo, tiene poco, pero Jorge está de nuevo en la mesa de juego y regresó mejor que antes. Trabaja para una empresa internacional de software y gestión haciendo un proyecto para su amado HSBC, cosas que da la vida. Ya nos llevamos mucho mejor, es un buen tipo, noble y con ganas de expresar muchas cosas, sin duda tiene ese felling que los Ruiz traemos.

Y yo, pues son ahora las 11 y sigo viendo las formulas de matemáticas financieras que seguro para ti son pan comido y pienso en todos los temas me faltaron por contarte, todas las pláticas pendientes que tengo contigo a cuatro largos años que partiste a un mejor lugar.

Siempre pienso que un 7 de agosto quizá logre no sentirme tan triste y evitar llorar en algún momento del día por extrañarte tanto, pero creo que, aunque el tiempo se convirtió en mi mejor aliado para aprender a vivir con ese hueco que dejaste, no hay un solo día que no extrañe tus risas, tus enojos, tus historias, tus gritos, tus consejos, esos que a veces me hacen tanta falta.

A un año más de lejanía. Gracias infinitas, papá por tanto aprendizaje. Estamos bien, seguimos de pie y luchando como nos enseñaste. La tempestad del mar bravío golpea constantemente, pero la tripulación está bien adiestrada. Raudo el buque navega y juntos como familia, hoy tenemos el timón.



2020


"Y si amanece por fin
Y el Sol encendía el capó de los coches
Baja las persianas;
De ti depende y de mí
Que entre los dos siga siendo ayer noche" 
J. Sabina

Joaquin retumba y no se si es una advertencia para evitar la pandemia o es que los días hacen que todo lo relacione de una manera mediática con lo que transcurren desde el inicio del año.

En una tarde esplendida de enero, rodeados de gente que queremos, Miss Etcétera y un servidor tuvimos una tertulia bastante agradable donde el Tarot y la numerología jugaron una parte fundamental.

Cambios, avances, aprendizajes, decisiones, introspectar, eran las palabras que sonaron repetitivamente esa tarde. ¿Quién pensaría, que meses después, la vida nos obligaría a realizarlo?

Un jueves de noche canalla fue prohibida, abrazar a quien amas esta vetado, asomar la nariz es peligroso, las luces de New York están apagadas.

¿Será que Buñuel se volvió profeta con su Ángel Exterminador?

El futuro es incierto, las tinieblas se posan y el miedo se engrandece. Los tiempos venideros parecen caóticos y ruines. Pero, no se si será el calor o la cerveza que tomo mientras escribo, quizá la combinación de las dos cosas. Vendrán lluvias suaves, sábados azules, Jueves de Milán, regresaremos más vivos y menos olvidados.

Aguantemos, resistamos, evolucionemos.

Así es como sucede


Hoy es domingo de futbol, los dos eternos rivales se enfrentan en la final,  90 minutos para declarar un campeón.

Todos los preparativos están listos, el campo del estadio es una alfombra verde, las tribunas comienzan a vestirse de colores y un creciente bullicio se apodera paulatinamente del estadio.

En el vestidor la charla técnica está en su apogeo, en el pizarrón, el D.T. dibuja frenético los diferentes parados del equipo, habla de un 4-4-2 que se puede convertir en 5-3-1, pide a lo volantes que recuperen y suelten fácil, a los delanteros que busquen las espaldas, que la defensa tire el achique, pero sobre todo que disfruten ese partido como si fuera el último de sus vidas. Este juego tiene un toque especial, hoy se retira de las canchas el mítico 10 del equipo, el capitán de mil batallas. Las lesiones durante este inicio de año lo han tenido mermado, no ha podido aportar como el quisiera, pero la afición, cuerpo técnico y directiva, sabe que es el indicado para estar en un partido así.

Tocan la puerta del vestidor, el arbitro auxiliar les hace saber que llegó la hora. Todos se abrazan antes de saltar a la batalla, están listos. Los dos equipos por fin se encuentran en el pasillo y comienzan el camino hacia la cancha.

Al salir de los túneles oscuros, la luz del sol ciega por un instante la mirada, pero al pasar el efecto la visión es asombrosa, un estadio Azteca pletórico, lleno a reventar, desde la grada se escuchan los cánticos que enchinan la piel, las banderas que ondean desde todos los rincones, el pasto esta listo para ver correr el balón y lo más importante el cielo es completamente azul.

El silbido del árbitro da inicio a la contienda, el balón corre de un lado a otro entre veintidos piernas que buscan tratarlo de la mejor forma para que sean bendecidos con la plegaría más grande esa tarde, el gol. Pero la tarea de conquista no es nada fácil, barridas, empujones, tiros de esquina, balones detenidos, hacen que se niegue a llegar el invitado.

Desde la tribuna se escucha al técnico gritar "¡Ramón, Ramón, pide el pase filtrado por la banda izquierda!" y ahí es donde aparece la magia, el número 10 hace una diagonal, recibe perfilado y con esa experiencia y calidad que mostró durante toda su carrera, empalma el balón de manera magistral y lo anida en las redes.

El grito de gol es ensordecedor, el estadio se pinta completamente de Azul, toda la banca corre al festejo, es el primero que abre las esperanzas.

Comienza el segundo tiempo y el equipo rival agobia, muerde, presiona, en una jugada de contragolpe por fin logra penetrar la defensa, empatan el juego. Uno a uno el marcador. El diez que ha luchado, corrido y soportado, de nueva cuenta se carga el equipo al hombro, comienza a deleitar a la tribuna, pase va, pase viene nada los detiene, o eso parece, entonces una barrida artera por detrás sobre su pierna derecha lo deja lastimado.

Los doctores corren a ver que paso, el estadio enmudece, hay preocupación porque Ruiz está en el suelo. Hacen señas de que no puede más, está muy lastimado y se necesita un cambio. La banca comienza a calentar. Pero de pronto pasa lo inimaginable Ramón se levanta para continuar. Un comentarista sorprendido dice "[...] como en toda su carrera una vez más demuestra que es un guerrero azul y porque tiene que estar en la cancha."

Ruiz sigue jugando, pero el partido es duro y el rival busca parar a como de lugar al 10 azul que ha causado estragos por la banda izquierda a pesar de estar lesionado. Quedan unos minutos para que el partido se vaya a tiempos extras de continuar así el marcador.

Se necesitan piernas nuevas, así que desde la banca se prepara el cambio. La voz del estadio anuncia "cambio del equipo azul, sale con el número 10 Ramón Ruiz" es en ese momento cuando todo el estadio se pone de pie para reconocer la enorme trayectoria de este jugador, los directivos desde el palco aplauden, los cánticos corean a un unísono OE, OE ,OE ,OE Ramón, Ramón, el 10 no puede contener la emoción y sale aplaudiendo y con los ojos llenos de lagrimas al sentir el amor sobre su persona.

En la línea de cambio lo espera con el número 12 Beto, su hijo, un joven con poca experiencia y mucha trayectoria por recorrer, pero reconocido por la misma extirpe de guerrero que su padre. Cuando el 10 se acerca a la banda, abraza a su hijo y le susurra al oido, "lo harás bien, debes estar tranquilo, no te preocupes". Se produce el cambio

Minuto 93, se agregaron 3 minutos de compensación. El equipo Azul tiene el balón, sale por la banda derecha, toca al medio campo, le dan la vuelta, buscan por donde generar la jugada de peligro. Con un vendaje especial en la pierna lastimada y parado en el área técnica, los gritos del Capitán retumban desde la banca, ¡a la espalda Beto, a la espalda!. En la cancha, Beto, sigue las instrucciones, pica a la espalda de su marcador, el balón viaja por el aíre para dirigirse a él, ya ganó la posición, recibe el balón y se enfila al portero. Desde la banca se escucha el grito, ¡cruzalo, cruzalo!, el estadio enmudece mientras se desarrolla la jugada, los nervios están a tope y se escucha el impacto al balón.

Medio segundo después el balón está en las redes, el portero vencido en el pasto ante el tiro cruzado, especialidad de los Ruiz, el estadio explota, la afición enloquecida, el arbitro pita el final, el título es nuestro.

Corro a abrazarte a la banca y a agradecerte todos y cada uno de tus sabios consejos, el respaldo que me diste, la confianza que me brindaste y el linaje de guerrero que me heredaste.

Desde la cancha abrazados, buscamos el palco de honor, ahí está mi mamá y mis hermanos, los vemos felices saludándonos.

Y así es como sucede. Así es como se despide un grande.

No pasa un día que no te extrañe papá, no pasa un día sin que quiera escuchar tu voz de nuevo. Pero se, que un grande como tú, tiene que viajar a otros planos para seguir enseñando, guiando y creando como lo hiciste conmigo.

Gracias por ser el mejor padre del mundo. Te amo.


A caminar de nuevo

Apenas septiembre y han sido los nueve meses con más cambios en mi vida.

Llevo más de 3 años que no paso por acá, no es justificable pero me deje envolver en la maldita rutina con la que siempre luche, la zona de confort se volvió en mi aliada y me convertí en un fantasma con cadenas atadas.

Desde que abandone esta catarsis el saco que cargo se lleno, se desbordo y tuve que usar muchos más para guardar cientos de relatos y vivencias, al grado que cuando veo llenos los costales no sé ni por donde arrancar.

Creo que valdría la pena recapitular que  México si fue al mundial aunque el quinto partido jamás llego, Cruz Azul se consume en mediocridad desmedida, Real Madrid ganó la 11 y a mi me toco disfrutar ya 4 de esas Champions, cante con Roger Waters, Caifanes, Pearl Jam y volví a ver a Sabina, viaje a la Habana, conocí Playa Girón, descubrí que uno mas uno en esta ocasión si me dio dos, toque tres veces a una puerta y al abrirla encontré nuevos hermanos, la señorita etc estudia una maestría, los amigos fieles siguen montando guardia, me volví tres años más viejo, Doña Chana se mantiene en pie y Don Ramón ya viajó al eterno oriente.

En pocas líneas uno puede sintetizar tres años de vivencias, tres años de experiencias, tres años de alegrías y tristezas. Pero la realidad es que hay cosas que ya olvidé o que por el momento no quiero contar.

No entraré en más detalles, solo resta decir que me prometo no volver abandonar estas letras enmascaradas.


Retomando el camino

Cambiamos de Presidente, el dolar subió de precio, el sistema educativo colapsa y se secuestra la ciudad, ganamos una final y perdimos otra para variar, la selección está a nada de perderse el mundial, he decepcionado gente, me he perdido en mis demonios, han muerto seres queridos, me volví más viejo, las resacas de ahora son mortales, me reencontré con amigos y tengo una lista muy larga de tareas pendientes.

Eso y más ha pasado desde que olvide pasar por este terapia. 

Espero reencontrarme pronto, antes de los 31, ojalá sea antes.